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Estrategias para cadenas de suministro basadas en la demanda

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Las recientes disrupciones en la cadena de suministro han hecho que todos los líderes de las operaciones estén en alerta roja. El riesgo de que se pierda la demanda por falta de stock está indicando que la mejor estrategia es aprovisionarse para hacer frente a cualquier otro acontecimiento imprevisible. Esta es la mentalidad del «por si acaso». Pero ¿están los líderes preparados para afrontar el coste de este enfoque? Una gran inversión en stocks no garantiza tener lo que el cliente quiere, pero sí representa un gran pasivo para los negocios. Es hora de repensar las cadenas de suministro, con una estrategia que no comprometa la rentabilidad de los negocios y que garanticen al mismo tiempo la respuesta a la demanda.

¿Qué es una cadena de suministro basada en la demanda?

Una cadena de suministro basada en la demanda considera la demanda real del consumidor como impulsora para planificar la producción y los stocks a través de todos los puntos de la cadena de suministro. Esto incluye los almacenes de distribución, las plantas de producción y los diferentes niveles de proveedores.

Este es un enfoque de la gestión de la cadena de suministro enfocado en el cliente, ya que orienta todas las operaciones hacia las necesidades de los clientes, en contraste con producir y almacenar lo que es mejor para la eficiencia, o lo que utiliza mejor la materia prima que se adquirió.

Todo esto suena perfecto, pero ¿cómo se puede alinear la producción con la demanda y al mismo tiempo entregar con leadtimes cortos? En una cadena de suministro basada en la demanda, el proceso de planificación de la capacidad S&OP utiliza las previsiones para establecer la capacidad necesaria: plantas, centros de distribución y recursos. Esta capacidad se revisa todos los meses para garantizar que la cadena de suministro sigue los flujos de la demanda. Sin embargo, cuando se trata de S&OE, los pedidos reales de los clientes serán el impulsor, no las previsiones. Esto garantiza que la cadena de suministro tiene capacidad para absorber el ritmo de la demanda, pero la inversión para producir sólo queda establecida cuando se confirma el pedido. Ser capaz de operar eficazmente en lotes pequeños es fundamental para la velocidad y el coste.

Principales diferencias frente a otras estrategias de planificación de la cadena de suministro

En las cadenas de suministro tradicionales, las previsiones son el impulsor de todas las fases de las operaciones: planificación de la capacidad, planificación de la producción y gestión del stock. Por el contrario, en una estrategia basada en la demanda, las previsiones solo se cogen para diseñar la capacidad necesaria.

Las redes tradicionales trabajan en silos y cada punto de la cadena de suministro dimensiona su propia capacidad y prevé la demanda sin visibilidad ni colaboración con las demás partes interesadas. En las cadenas de suministro basadas en la demanda, la colaboración es fundamental y todas las partes interesadas trabajan de forma estrecha y comparten información para alinear la estrategia de suministro en su conjunto. Esto ayuda a evitar el efecto látigo, que consiste en aumentar el inventario para responder a los cambios en la demanda de los consumidores, con efectos mayores en cada nivel superior de la cadena de suministro.

Otras estrategias de la cadena de suministro también son más rígidas, ya que la planificación y la ejecución siguen una visión a medio plazo creada según las previsiones. Esto deja poco margen para la adaptación a escenarios no previstos.

Ventajas de adoptar una estrategia basada en la demanda

El enfoque pull de la planificación de la cadena de suministro, basado en la demanda, aumenta la eficiencia del inventario disponible, ya que garantiza que lo que uno tiene disponible es exactamente lo que el cliente quiere, y no producir en lotes esperando que se vendan, sólo para acabar con un stock inactivo. Así, los negocios con operaciones pull también se benefician de una estructura de costes más lean, con menos capital inmovilizado en inventario.

Como se mencionó antes, una operación basada en la demanda se enfoca en el cliente y es optimizada para ofrecer un servicio rápido y eficaz. Al ejecutar las operaciones según los pedidos reales de los clientes, la cadena de suministro es ágil y se adapta constantemente a las expectativas variables de los clientes.

La necesidad de mayor velocidad es una tendencia en todos los sectores. Por ello, la elaboración de una operación capaz de suministrar productos con rapidez es una poderosa ventaja competitiva. Al trabajar con stocks semiacabados y repuestos por la demanda, las cadenas de suministro pull son capaces de entregar con rapidez sin la gran inversión en stock de productos acabados

Roadmap para adoptar una planificación de la cadena de suministro basada en la demanda

Para pasar a una cadena de suministro basada en la demanda, los líderes tienen que empezar por lo más cercano al cliente y moverse hacia arriba a través de todos los niveles de la cadena hasta llegar a los proveedores.

El primer paso es establecer el proceso de planificación de la capacidad de S&OP, que definirá el número de plantas de producción, centros de distribución, conexiones de transporte, recursos y proveedores que la empresa necesitará para alcanzar los objetivos anuales. Esto se basa en datos de previsión, recopilados en colaboración con todas las partes interesadas. Debe establecerse una rutina para revisar estos datos mensualmente.

Siguiendo el S&OP, el S&OE es establecido para trabajar según la demanda real. La producción se basa en los pedidos reales de los clientes. Para que esto ocurra sin pérdida de eficiencia, las operaciones productivas y de distribución deben ser optimizadas y ajustadas para poder trabajar eficientemente en lotes pequeños y frecuencias elevadas.

Por último, la estrategia de stock garantizará que todos los materiales y productos semiacabados estén disponibles para secuencias ágiles y rápidas de planificación-producción-entrega. Estos stocks deben dimensionarse según las previsiones, pero se reponen según el consumo, para garantizar un coste mínimo con la máxima fiabilidad.

¿Cómo mitigar el riesgo en las cadenas de suministro basadas en la demanda?

Debido a las múltiples disrupciones recientes en las cadenas de suministro, los líderes buscan soluciones eficaces que agilicen el riesgo de pérdida de valor del negocio y aumenten la resiliencia de las operaciones cuando ocurre lo imprevisible. Algunas iniciativas típicas que pueden ejecutarse para mejorar la resiliencia y mitigar el riesgo son:

  • Mejorar la colaboración en la previsión
  • Desarrollar modelos de simulación de digital twin, para elaborar escenarios
  • Clasificación de los proveedores por riesgo y definición de diferentes modelos de acuerdos
  • Doble o múltiple aprovisionamiento de materias primas
  • Acercar la producción y el suministro (nearshoring)
  • Expandir las plantas de producción de reserva
  • Aumentar los buffers de capacidad
  • Aumentar la diversificación de la red de producción
  • Aumentar los buffers de inventario de productos críticos a lo largo de la cadena de suministro
  • Estandarizar o uniformizar los nuevos productos
  • Reducir las SKUs en la cartera de productos

Estas iniciativas pueden desarrollarse en cualquier cadena de suministro; sin embargo, el coste y el esfuerzo para implementarlas serán mayores en una cadena de suministro tradicional que en una cadena lean. En términos de planificación, la planificación orientada a la demanda se basa en datos reales y en el análisis de la planta de producción, por lo que potenciar esta precisión es una tarea posible. En lo que respecta al aprovisionamiento, una cadena de suministro Lean orientada a la demanda se basa en la colaboración, por lo que el trabajo con los distintos elementos de la cadena de suministro para reducir el riesgo empieza con una ventaja ya establecida. A la hora de definir los buffers de stock just-in-case (por si acaso), como los stocks son Lean y están basados en la demanda real de los clientes, establecer los niveles de seguridad que no comprometen la rentabilidad es más sencillo que en un sistema en el que el stock normal ya tiene un elevado nivel de seguridad. En la producción y la distribución, se exploran todas las ganancias de eficiencia y productividad antes de pasar a las inversiones en capacidad. Como las operaciones son lean, la producción es predecible y, así, la planificación de la capacidad es exacta.

La estrategia mixta de aplicar medidas just-in-case (por si acaso) a un sistema just-in-time (en el momento exacto), aporta la seguridad y resiliencia que los líderes necesitan, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad del negocio a largo plazo. La transición a una cadena de suministro lean orientada a la demanda es un paso obligatorio para todos los negocios que quieran tener éxito en una economía volátil e impredecible.

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