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Conventir el trabajo a distancia en trabajo flexible

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El trabajo a distancia ya no es una tendencia, ahora es una necesidad con la que la mayoría de las organizaciones tienen que vivir. Si hace un año «trabajo a distancia» significaba «trabajar desde casa», hoy significa «trabajar de forma flexible», en cuanto a lugar y horario. Este cambio de paradigma requiere que los trabajadores creen hábitos de trabajo diferentes y que las organizaciones sean capaces de gestionar cientos de equipos distribuidos por todo el mundo

Sin embargo, lo cierto es que un año después del inicio de la difusión del trabajo a distancia, todos los días parecen iguales. No se pueden ignorar las consecuencias de un trabajo a distancia prolongado: monotonía, menor capacidad de comunicación y colaboración, pérdida de creatividad, aislamiento social, dificultad para separar la vida laboral de la personal e incluso agotamiento. De hecho, el 36% de una muestra de 330 organizaciones estadounidenses afirma que ahora está dispuesto a contratar a trabajadores que realicen su trabajo de forma 100% remota. Además, sólo el 12% de los trabajadores del sector servicios quiere volver a la oficina a tiempo completo. ¿Pero están las organizaciones y los trabajadores preparados para este cambio?

Lo cierto es que, incluso antes del inicio de la pandemia de COVID-19, los Servicios Empresariales ya estaban adoptando algunas medidas que permitían el trabajo a distancia. El hecho de que este sector no suele prestar servicios de atención al cliente y basa sus tareas en herramientas digitales, permitió naturalmente dar algunos pasos hacia la flexibilización del trabajo. Sin embargo, el camino es todavía largo, incluso para este sector. Aunque el trabajo flexible se ha hecho cada vez más popular en los últimos años, son pocas las empresas que disponen de programas totalmente establecidos.

Existen algunas medidas que ayudan a que el trabajo a distancia se convierta en un verdadero trabajo flexible con beneficios para la empresa y el trabajador:

  • Rediseñar las oficinas para permitir modelos de trabajo híbridos. Las oficinas evolucionarán hacia lugares que sirvan principalmente para renovar los vínculos entre los trabajadores y fomentar la cultura organizativa. Para ello, es imprescindible rediseñarlas para que potencien el contacto personal, utilizando la tecnología.
  • Invertir en la planificación mediante la programación anticipada de todas las actividades que puedan realizarse a distancia o en persona. Los horarios de trabajo flexibles pueden convertirse en un caos si no existe una estabilidad básica mínima. Para ello, es necesario definir periodos de trabajo sincrónicos dentro del equipo para que se pueda realizar el trabajo en equipo.
  • Capacitar a los líderes mediante la creación de rutinas de gestión de equipos rigurosas, frecuentes y estandarizadas para la planificación del trabajo, la evaluación de los indicadores de rendimiento y la gestión de los proyectos de mejora.
  • Seleccionar las herramientas digitales adecuadas a las necesidades específicas de la organización.

Para la empresa, el trabajo flexible permite liberar aproximadamente el 50% del espacio del edificio y adaptar la capacidad a la curva de la demanda.

COVID-19 ha obligado a las personas y a las empresas a replantearse la forma de enfocar la flexibilidad y el trabajo a distancia. Al conocer los mejores métodos para que los equipos trabajen desde casa, los líderes podrán convertir esta crisis inesperada en una oportunidad para desarrollar nuevas y mejores formas de trabajo.

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